En su reposo. 13/04/2023. T24. E119.
¡Oh, cuánto amo yo tu ley!
Todo el día es ella mi meditación".
Sal. 11:97
La Ley de Dios
En contraste con apenas el salmo 117, el salmo 119 es famoso por ser el salmo y el capítulo más largo de toda la Biblia.
176 versículos, y lo sorprendente no es su extensión, sino el tema que se ocupa para el mismo.
Pudo hacer ocupado el tema de la santidad, o cualquiera otro, pero Dios escogió que el tema del salmo más grande de la Escritura fuera la propia Escritura.
Se usan diferentes sinónimos para ella, siendo el principal de todos La Ley, ya que el contexto histórico nos permite identificar esta expresión como lo que en aquel momento se reconocía como Palabra de Dios, pero por eso mismo, el salmo tiene aplicaciones a lo que conocemos ahora como el canon cerrado de la Palabra de Dios, la Biblia.
De ahí entonces que cada vez que el salmo usa palabas como:
Mandamientos
Ley
Dichos
Estatutos
Juicios
Testimonios
Palabra
Podemos afirmar que se está refiriendo al conjunto entero de las Sagradas Escrituras.
La reflexión entonces debe ser en el siguiente sentido: ¿Qué tan importante es para Dios que valoremos, estudiemos, prediquemos y practiquemos lo que su Palabra nos enseña?
La respuesta parece obvia, y sin embargo no todos hemos aprendido a darle el lugar que se merece en nuestras vidas, ¿la razón?, nos hace falta sentir lo que el salmista sentía.
Amar la Palabra, desearla, anhelarla, disfrutarla, deleitarnos en ella; en su lectura, en su meditación, en su análisis.
Amarla nos hará tenerla presente en todo lo que hacemos y en todo lo que decimos, las 24 horas del día, y no solo en los momentos espirituales, religiosos o en los cultos de la iglesia.
Que amemos la Escritura y que se note en cada paso que damos.
Isaí Rodríguez Ruiz
