En su reposo. 24/01/2022. T13. E8.
“Pero no agradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a Jehová”.
1 Samuel 8:6
Ora por todo
La vida de Samuel había sido fructífera. Logró la restauración espiritual de la nación a tal grado que tuvieron paz y estabilidad durante su periodo como juez de Israel.
Pero llegada la cercanía del ciclo de su vida, las cosas parecían volver a ponerse difíciles.
Sus hijos no siguieron sus pasos. Quizá sirva esto como ejemplo de que no basta con ser hijos de un cristiano, cada persona debe tener su propia relación con Dios.
Ante tal escenario los líderes de Israel pudieron vislumbrar un futuro poco halagador.
Es bajo esas circunstancias que se presentan ante Samuel y le piden algo que lo sorprende. Algo que nuestro versículo resume de una manera tajante: “no agradó a Samuel esta palabra”.
Quizá el ahora anciano juez se sintió ofendido, quizá rechazado o avergonzado por lo que se decía de sus hijos. Lo cierto es que no le gustó lo que dijeron los ancianos de la nación.
Cuántas veces nos ocurre lo mismo. La gente habla de nosotros o de aquellos que amamos, y aun siendo verdad o mentira nos lastima el corazón lo que nos dicen o la forma en que lo hacen.
Pero Samuel no permitió que aquel dolor lo desenfocara. La mejor forma de enfrentar la adversidad que nos presenta la crítica o la queja, es la oración.
Samuel fue y presentó la situación delante de Jehová.
¿No te gusta lo que dicen?
¿Te duelen los comentarios que hacen sobre ti o tu familia?
Ora.
La siguiente parte del capítulo narra la interacción que hubo entre Samuel, Dios y los ancianos de Israel.
Samuel oía a los ancianos y llevaba en oración la situación a Dios, quien le daba dirección y fortalecía su corazón ante la crítica y rechazo que su ministerio y familia estaban viviendo.
Al final, Samuel no hizo lo que los ancianos querían porque ellos se lo pidieron, sino porque Dios así se lo indicó.
Entendió que ante Dios él seguía siendo su siervo y el rechazo de toda una nación no cambiaría eso.
En oración Samuel encontró guía, consuelo y fortaleza para continuar su ministerio a pesar de las críticas y señalamientos que recibía.
Qué gran lección nos deja esta historia para cuando enfrentamos la crítica o el rechazo.
Aprendamos a llevar estas cargas delante del Señor para que él nos muestre el camino que habremos de seguir para superar tal adversidad.
No amarguemos nuestro corazón al escuchar los señalamientos que se nos hacen, justos o equivocados, pero vayamos al Señor que nos sane y nos ayude a encausar positivamente la situación que enfrentamos.
Así lo hará, por su bondad y misericordia.
Isaí Rodríguez Ruiz
