En su reposo. 25/01/2022. T13. E9.
“Y se habían perdido las asnas de Cis, padre de Saúl; por lo que dijo Cis a Saúl su hijo: Toma ahora contigo alguno de los criados, y levántate, y ve a buscar las asnas”.
1 Samuel 9:3
Planes divinos
La petición de un rey por parte de los ancianos de Israel fue aceptada por Dios y comenzó el plan para ungir al que sería el primer rey de Israel.
Todo comenzó con unas asnas perdidas, animales de mucho valor en el contexto de la época, y por lo tanto era urgente recuperarlas.
Tres días por lo menos anduvieron Saúl y el criado buscando las asnas sin encontrarlas.
Pero su viaje los llevó cerca de la ciudad donde vivía Samuel, ¿coincidencia? Definitivamente no.
Su encuentro con el profeta fue previsto y planeado por Dios para tener la oportunidad de presentar a Saúl ante Samuel, pues Dios mismo le anticipa a su siervo lo que ha de acontecer.
Tan es así, que Samuel tenía todo preparado para atender de la mejor manera posible al futuro rey de Israel.
¿Y las asnas? Las asnas ya estaban en casa, seguras. Habían sido solamente la excusa para lograr que Saúl saliera de su casa y se encontrara con Samuel.
Muchas veces Dios permite pequeñas pérdidas aparentes, pero con el plan de hacernos salir de nuestro contexto, de nuestra condición actual, para llevarnos al cumplimiento de su propósito.
En nuestra búsqueda de aquello perdido, bien haremos en consultar a Dios, él puede guiarnos a encontrar lo que buscamos o revelarnos el propósito por el cual permitió tal situación.
En cualquier caso, y aún sin entender del todo sus planes, es posible notar que Dios estuvo siempre bajo control de la situación de esta historia, y sin duda sigue bajo control de la situación que hoy estamos atravesando.
Podemos confiar en él.
Isaí Rodríguez Ruiz
