En su reposo. 25/05/2022. T17. E10.
“Así murió Saúl por su rebelión con que prevaricó contra Jehová, contra la palabra de Jehová, la cual no guardó, y porque consultó a una adivina”.
1 Crónicas 10:13
Prevaricación
Una resolución injusta, eso es una prevaricación.
Saúl se rebeló contra Dios al tomar una decisión injusta, basada en un absurdo abuso de autoridad.
Sí, aquella donde pensó que él podía asumir el papel de rey sacerdote.
Prevaricó contra Jehová.
No contra Samuel ni contra el pueblo o el sistema religioso. Fue directamente contra Dios su decisión.
Contra la palabra de Jehová.
El versículo aclara la prevaricación de Saúl. Su rebeldía fue directo contra la voz de Dios. La voluntad del Altísimo claramente expresada fue ignorada por el rey.
¿Cómo se prevarica contra la palabra de Jehová? “La cual no guardó”. Guardar es en este contexto sinónimo de obedecer, de cumplir.
El pasaje añade el triste colofón a una vida de prevaricaciones.
Saúl además de todo consultó a una adivina.
Desobedece a Dios y no conforme con eso busca dirección en otro lado.
La muerte de Saúl, derrotado y humillado, no es una muerte cualquiera, es figura de la sentencia de muerte que ha de venir sobre todos aquellos que prevarican contra Dios y su palabra.
Aquellos que conscientemente se rebelan contra el Dios de los cielos y buscan su propio camino lejos de él.
No hay paz para quien así actúa y no hay forma de evitar el juicio de Dios.
Llegará, de la mano del enemigo o como resultado de su propia espada, su propia conciencia que les acusará y sentenciará a la muerte eterna.
Esta nota, que se añade a la historia ya narrada en 1 Samuel 31, nos deja una lección por aprender.
Mantengámonos fieles a Dios, a su palabra, oigamos y obedezcamos su voluntad perfecta; de lo contrario, solo podemos esperar el juicio del cielo contra quienes prevariquen contra el Señor.
Su gracia nos ayude en todo.
Isaí Rodríguez Ruz
