En su reposo. 02/02/2023. T24. E59.
"Acábalos con furor, acábalos, para que no sean; y sépase que Dios gobierna en Jacob hasta los fines de la tierra".
Sal. 59:13
Sépase
La oración de David pidiendo el castigo de los malos, pudiera parecerse al deseo de cualquier otro ser humano en la tierra; sin embargo, tiene un punto de referencia que la hace distinta y especial.
El objetivo.
Mientras el corazón humano busca venganza, y se deleita en la destrucción de su adversario, el hijo de Dios anhela primero ser librado del opresor, luego busca por ende la justicia de Dios, pero si esto no es por sí mismo una diferencia notable, el deseo del salmista es que el mundo entero conozca la grandeza de su Dios.
Este propósito proselitista, en el que el sueño de David es que Dios sea conocido "hasta los fines de la tierra", no tiene comparación en ningún pensamiento, filosofía o religión.
Que se sepa, eso es lo que anhela David.
Que se sepa que el Dios de Jacob es Dios justo y fiel, que guarda a los piadosos y castiga a los perversos.
Que gobierna con justicia, y que es, por tanto, el único Dios verdadero en toda la tierra.
Que tales noticias lleguen hasta el fin de mundo suena, no solo para su época, sino para cualquier tiempo, como un pensamiento totalmente fuera de lo común.
Y es que ese pensamiento no es davídico, es divino.
Dios planta en el corazón de David la idea de que toda la bondad recibida no sea algo que deba esconderse, sino contarse al mundo.
Desde ahí podemos ver el anhelo del Señor de darse a conocer a todas las naciones. Deseo que sigue vigente y que es hoy a través de su iglesia que planea que cada rincón de la tierra escuche la verdad del evangelio.
Como su iglesia, es nuestro deber y privilegio participar con él en el cumplimiento de su visión. Llevemos las buenas nuevas del evangelio a todo el mundo, y honremos así el sueño del corazón de nuestro bendito Salvador.
Que se sepa.
Isaí Rodríguez Ruiz
