En su reposo. 13/11/2021. T9. E17.
“No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal”.
S. Juan 17:15
Ser o estar
Estamos en el mundo pero no somos del mundo.
Esa es una de las premisas de todo el capítulo 17 de Juan.
Jesús entiende que el lugar donde han de vivir sus discípulos les será contrario, pues, como ya se señaló en otro devocional, ser aborrecidos es algo natural para la iglesia.
Y la razón principal para eso es simple: no somos de este mundo.
Nuestra ciudadanía, nuestra visión, nuestro destino, nuestro propósito, nada tiene que ver con este mundo.
El creyente en Cristo debe tener muy presente esta verdad. No somos del mundo.
No pertenecemos a él, no tenemos nada en este mundo que nos ate, que nos inspire, que nos posea o motive.
Nuestra mente, y nuestra mirada necesita estar puesta en el lugar correcto.
Somos de Cristo, le pertenecemos a él. Todo de nosotros y en nosotros debe tener el sello de nuestra salvación.
Palabras y acciones han de ser sólo el resultado de entender esta verdad.
Sin embargo, estamos aquí, y mientras así sea, una serie de verdades saltan a la luz.
Estamos expuestos al mal, tal como Jesús lo señala en este versículo.
Y por lo tanto, se hace necesario que seamos guardados, librados de ese mal.
Pero ese mal, no es necesariamente el rechazo del mundo, sino mas bien, del mal que intente arrastrarnos de nuevo a la vieja manera de vivir.
Así que establecida esta verdad, Jesús intercede por los suyos para que se mantengan “siendo”, mientras “están“.
Y ese es el espíritu con el que debemos conducirnos ahora.
Una actitud humilde, en oración constante, en la que reconocemos nuestra identidad como hijos de Dios, pero entendemos lo abrumadora presión del mundo y lo débiles que somos, por lo que mantenemos una postura de anhelo por la ayuda del cielo para permanecer fieles a él.
Que esta certeza de sabernos suyos, nos aliente, y que una oración constante nos mantenga alertas mientras estamos en el mundo, para mantenernos siendo su cuerpo, su pueblo, su iglesia para gloria de Jesucristo.
Isaí Rodríguez Ruiz
