“El emprendedurismo se hace en la cancha”
-No es excusa ni la edad, ni la falta de experiencia, ni la madurez.
-Emprender, arrancar y tomar las riendas de tu vida es apto para todos.
La gran diferencia y lo que deja pasos al andar es que todo el esfuerzo que haces, esa energía, conocimientos, adrenalina, que le pones es tuyo, es un logro propio que además se puede convertir en un legado.
-El espíritu emprendedor se enfoca de manera inquebrantable para lograr sus propósitos, recopila datos, se informa, busca, evalúa posibilidades, analiza la factibilidad, mide riesgos calculados y desarrolla esa fina agudeza para atrapar las oportunidades.
-Pero si para iniciar no identificaste esos motores que impulsan la transformación de las ideas en realidades, si no estás absolutamente convencido que te gusta, te encanta y únicamente ves las ganancias que puedes obtener, no es un gran paso. Se trata de hacer que lo imposible sea posible si de tu emprendimiento se trata desde la concepción hasta su alumbramiento. Es un nacimiento.
-Las metas tienen que ser escalables paso a paso así medirás los logros, pero nunca perder la grandeza de los sueños porque son necesarios para automotivarnos. No siempre a la benevolencia a nosotros mismos será un regocijo.
-En ocasiones hay que ser autoexigentes y competitivos con nuestro propio yo.
