Era abakuá, santero, palero, espiritista, terciario de la muy católica orden de San Francisco, y masón. Caminaba las calles de La Habana calzado con sandalias, vestido de levita negra y portando un bastón. Le conocían como Andrés Kimbisa pero también como El Caballero de Color. Él personificaría como nadie el sincretismo religioso y cultural de la nación cubana. Tras introducir el crucifijo en la nganga, dio lugar a una nueva regla, la kimbisa del Santo Cristo del Buen Viaje. Esta es la historia de Andrés Petit, conocido como Andrés Kimbisa, famoso isué de Bakokó Efor.