A la llegada de Cristóbal Colón a Cuba los españoles encontraron a los indios taínos ejerciendo un juego rudimentario al que ellos llamaban "batos". Pasaron los siglos y por fin el domingo 27 de diciembre de 1874 se celebró el primer juego de pelota entre los clubes Matanzas y La Habana, reunidos en el lugar conocido por Palmar de Junco, en el barrio de Pueblo Nuevo, Matanzas. Así llegó el béisbol a la isla.