La primera presentación de una ópera en La Habana de la que se tiene noticia ocurrió el 12 de octubre de 1776. A mediados del siglo XIX la ópera había conquistado ya toda la isla. Ciudades como Santiago de Cuba, Trinidad, Matanzas o Camagüey tenían sus propias temporadas operísticas e incluso se representaban obras que no llegaban a estrenarse en la capital. En ese siglo en Cuba se escucharon las voces de Jenny Lind, María Barrientos, Luisa Tetrazzini, Nicola Zerola, Hipólito Lázaro, Titta Rufo, Conchita Supervía, Lucrezia Bori y Tito Schipa, entre otros grandes de la ópera mundial.