Mis queridos Hermanos antes que podamos contestar, “por qué oramos”, debemos saber a quién oramos. Existe sólo un Creador supremo y Dios soberano. Hay un solo camino hacia Él y es a través de Su único Hijo Jesucristo. Solo en Dios, nuestro Padre Celestial, es el único que podemos estar seguros que escucha y responde a nuestras oraciones. El es el Dios de amor asombroso, misericordioso, que perdóna y libera. La oración es la llave que abre la puerta del corazón de Dios, es la oración es el único medio para lograr una relación real y personal con nuestro mado Padre Celestial. Oremos sin cesar”