Bendíceme Divino Niño Y ruega por mi sin cesar, aleja de mí el pecado hoy y en todo momento, si tropiezo, tiende tú mano hacia mí, Si cien veces caigo cien veces levántame, si yo te olvido, tú no te olvides de mí, mira niñito Jesús mis sufrimientos y tristezas, amparame especialmente en este momento de tribulación y por los méritos de tu infancia que se cumplan en mi tus promesas.