Los arcángeles, a diferencia de Los Ángeles guardianes, están a disposición de cualquier persona con solo llamarlos, porque son aspectos arquetípicos de la mente de Dios, es decir, representan aspectos particulares de la mente divina (seguridad, pasión, belleza, amor, etc) a los que puedes acceder o conectarte llamando a los arcángeles, que además hacen verdaderos milagros con cosas del día a día cuando los tratas con plena confianza y como si fueran parte de tu familia (“Chamuel, las llaves por fa!”, “Metatron, que llegue a tiempo por mis hijos”, “Miguel, muero de nervios, échame una mano”).
Desmitifiquemos a los arcángeles como seres a los que hay que alabar y a los que hay que orar con plena devoción y seriedad, por el contrario, ellos buscan conectarnos con Dios de forma divertida, sencilla e instantánea y mientras más los llames y te diviertas con ellos, más fácil sentirás su presencia y recibirás su ayuda.
De verdad hacen magia! Cree en ellos como ellos creen en ti, por algo están apareciendo hoy en tu realidad.
