Si con esto identificaste cualquier herida puedes empezar a sanar con estos pasos
1. Reconoce que sÍ pasó. Negar tu herida o resistirte a mirarla sólo la hacen más profunda. Mira el pasado como un observador ajeno y dile: “sí, si pasó”.
2. Déjate sentir y expresar lo que no pudiste en aquel momento. La herida sigue abierta sólo para eso, para que le des el cierre que no pudiste darle entonces.
3. Renuncia a seguir definiéndote en función de tu herida. No eres lo que te pasó, eres lo que eliges hacer con ello. Renuncia a victimizarte y elige engrandecerte.
4. Reconoce que ya pasó. Ya fue, ya sucedió, no puedes cambiarlo pero puedes trascenderlo. Eso hiciste en los 3 pasos anteriores. Mira de nuevo la herida y dile: “si pasó, pero ya pasó. Ahora elijo vivir sin ti”.