Aunque se dice que no hay fórmulas mágicas para lograr esta meta, también se escucha en todas las culturas que el ejemplo es la mejor herramienta didáctica para enseñar. Por esta razón, la propuesta es potenciar el ejemplo lector de los padres hacia los hijos. Este consiste en que los hijos vean leer a sus padres, adquieren libros, periódicos, revistas, con alguna frecuencia y los lean, los comenten, los recomienden, conversen sobre lo que leyeron, realicen una lectura compartida de los textos que más les agradan.
En tiempos de nuevas tecnologías, el ejemplo lector cambia de formato, pero sigue siendo válido para formar hijos lectores. Los padres consultan documentos en internet, visitan páginas web especializadas, comparten enlaces, descargan libros o los leen en línea, consultan noticias y las comparten, las comentan y recomiendan, pero también leen documentales audiovisuales, obras de arte y otros elementos de la cultura ya que la lectura no es solamente de palabras sino de todo sistema significativo.
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