Preocupados por la interpretación de las frases del presidente y el tema de los barcos, los medios durante estos días, abordan con precioso cuidado aunque en forma algo lateralizada, la calurosa interna del Cambio. Periodísticamente interesante, este tiempo de la derecha argentina, está para observar, aunque se sospeche que al final del camino, seguirán juntos, por obra y gracia del mandato atávico que los obliga al esfuerzo para derrotar al “populismo”. Es la orden que recorre la región, con la obligación de oponerse, como sea, a los proyectos progresistas. Tal el caso del ex adversario de Alberto Fujimori en las presidenciales peruanas de 1990 y crítico acérrimo de su hija, a quien sin embargo terminó apoyando frente a Pedro Castillo. Esta vez, Mario Vargas Llosa, sin jugar, fue uno de los grandes perdedores electorales, en Perú.