Es sutil la forma en la que observas cómo te miro pasar por delante , y te sonrÃes . A cada paso tuyo la tierra se agrieta como queriendo tragarte . Soy la carne de tus cañones , castigado en primera fila , como los chicos malos del fondo de la clase para sentir tus disparos de cerca . Tienes esa paz previa a la guerra que pone nerviosos a los valientes , que convierte en salvajes a los cobardes . Roma ardiendo y tú bailando . Hay tantas cosas en las que pensar y yo entretenido contándote lunares . Cualquier sitio que implique no sentirte es demasiada distancia . Soy una estrella fugaz en el cielo de tus ojos , una pequeña brisa en el continente de tu pelo , una hoguera en el infierno de tu andar , y con eso me vale para amar la tierra que pisas y que eres . Trato de domar a una leona con poemas sobre carne , y me faltan versos para saciar tu hambre . Tan trapecista por tus pestañas , tan escritor de tus historias , tan malabarista de tus domingos . Nos quiero volando , nos quiero nuestros , sin demasiado que contar y con mucho que hacernos . Lo peor que podemos tener son dudas , y mÃranos , valientes . Fue a través de la primavera como le dimos sentido a las flores , fue a través de los pies como entendimos la muerte de la distancia , y ahora me faltan kilómetros para correr contigo y me sobra mundo para buscarte .