A veces es una palabra, a veces una acción, a veces una persona y a veces nosotros mismos... somos los que nos llevamos a enloquecer y perder el control! Y perder el control puede significar burlarse de alguien, insultarlo, e inclusive hacerle daño físico o psicológico... y a veces ese alguien puede ser nosotros mismos. Y peor que explotar es no decir nada y solo reprimirnos un dolor silencioso que nos ahoga! Vengan a reírse o juzgarnos con los momentos en que hemos perdido el control, y quédense para entender cómo estamos aprendiendo a controlarnos y a buscar el mejor desenlace a lo que parece no tener un final feliz. Igual para bien o para mal, acá estamos para demostrar que estos fracasos pueden ser lo mejor que nos puede pasar, así que vengan a reflexionar y reír.
Conversaciones Clandestinas
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