Dios quiere una familia y desea seas parte de ella. La Biblia entera es la historia de Dios formándose una familia que lo ame, que lo honre y que reine con Él para siempre. La Biblia dice, "Fue un día feliz para él cuando nos dio nuestras nuevas vidas, a través de la verdad de su Palabra, y nos hicimos por así decirlo, los primeros hijos en su nueva familia." Santiago 1:18 (LB).
Cuando ponemos nuestra fe en Dios, Él se convierte en nuestro Padre, nos hacemos sus hijos, otros creyentes se hacen nuestros hermanos. Y existen algunos beneficios de pertenecer a la familia de Dios. Por eso es que encontramos en la biblia lo siguiente: "Mi Dios satisfacerá todas las necesidades de ustedes de acuerdo a sus gloriosas riquezas en Cristo Jesús." Filipenses 4:19 (NIV) Como hijos de Dios se nos da acceso a la fortuna de la familia. Eres es mucho más rico de lo que piensas.
La Biblia dice, "Dios ha reservado una herencia inestimable para sus hijos. Está siendo guardada en el cielo para ustedes, pura e inmaculada, fuera del alcance del cambio o del deterioro." 1 Pedro 1:4 (NLT). Y hemos platicado que podemos vivir el cielo en la tierra, entonces ya podemos utilizar lo que hay en el cielo.
Eres parte de la familia de Dios, ¡Dios está orgulloso de ti! Las palabras de Jesús son muy claras: "Jesús apuntó hacia sus discípulos y dijo, 'Estos son mi madre y mis hermanos. Cualquiera que hace la voluntad de mi Padre celestial ¡es mi hermano y mi hermana y mi madre!'" Mateo 12:49-50 (NLT). Ser incluido en la familia de Dios es el honor más alto y el mayor privilegio que jamás recibirá. Tal vez lleguemos a sentir que no somos importantes, que no nos aman o podrían venir algunas dudas o inseguridades, pero aún con lo que podamos sentir la invitación de Dios es recordar siempre que pertenecemos a la familia de Dios, somos sus hijos y tú y yo somos hermanos de Jesús.
"Su plan inmutable siempre ha sido el de adoptarnos a su propia familia, al traernos a él por medio de Jesucristo." Efesios 1:5 (NLT)