Jesús vino a dar su vida por nosotros, realizó muchos milagros y grandes cosas. Sin embargo, Jesús no se comportó como esperaban algunas personas, fue diferente. Así, al conocer a Jesús nos convertiremos en personas que se comportan de manera diferente, de manera especial, de
manera única.
Hay que tomar en cuenta que el pueblo de Israel estuvo a la espera de un salvador. En los momentos duros del exilio y del fracaso, tenían la esperanza y confianza en el que el salvador vendría a liberarlos.
Daniel hablaba del Hijo del Hombre, “a quien todos los pueblos, naciones y lenguas respetarían, y cuyo domino sería eterno porque su reino no tendría fin” (Dn 7, 14)
En tiempos de Jesús, era claro que la mayoría esperaba la llegada de un Mesías que restauraría el Reino de Israel, expulsando al invasor. Pero él se encontraba sin armas, sin escolta y actuando de manera que no esperaban. SIN DUDA, JESÚS FUE DIFERENTE.
San Pablo, en su Carta a los filipenses, menciona que “Cristo Jesús, a pesar de su condición divina, no hizo alarde de ser igual a Dios, sino que SE VACIÓ DE SÍ Y TOMÓ LA CONDICIÓN DE ESCLAVO, haciéndose semejante a los hombres y, mostrándose en figura humana, SE HUMILLÓ Y SE HIZO OBEDIENTE HASTA LA MUERTE y muerte en Cruz” (Filip 2, 5).
Jesús fue un ejemplo de entrega, de buscar dar ayuda al necesitado. Su actuar era distinto al que consideraban debía ser. Era tan diferente a lo que esperaban algunos que consideraban estaba endemoniado.
Marcos 3:22-27 (MSG)
Los estudiosos de la religión de Jerusalén bajaron difundiendo rumores de que él estaba haciendo magia negra, usando trucos del diablo para impresionarlos con poder espiritual. Jesús enfrentó sus calumnias con una historia: “¿Tiene sentido enviar un demonio para atrapar a un demonio, usar a Satanás para deshacerse de Satanás? Una familia en constante disputa se desintegra. Si Satanás estuviera luchando contra Satanás, pronto no quedaría ningún Satanás. ¿Crees que es posible a plena luz del día entrar en la casa de un hombre despierto y sano y marcharse con sus pertenencias a menos que lo ate primero? Sin embargo, átalo y podrás limpiarlo.
Se juntaba con “pecadores”, sanaba enfermos, resucitaba a los muertos, alimentaba a miles con unos cuantos panes y peces.
Marcos 2:16 (MSG) - Más tarde, Jesús y sus discípulos estaban en casa cenando con una colección de invitados de mala reputación. Por improbable que parezca, más de unos pocos de ellos se habían convertido en seguidores. Los eruditos en religión y los fariseos lo vieron manteniendo este tipo de compañía y se dirigieron a sus discípulos: "¿Qué clase de ejemplo es este, actuando amigablemente con los inadaptados?"
JESÚS es el ejemplo perfecto de que vivir como hijos de Dios nos lleva a transitar el camino del ser diferente. En dónde no se cae en la idea de “lo que es correcto o incorrecto”. Todo se centra en mostrar y compartir el amor de Dios.
Será cuestionado todo nuestro andar, pero si estamos cumpliendo la voluntad de Dios, será una diferencia que el mundo necesita. El mundo no necesita que yo sea diferente porque no le hablo, porque no me relaciono, porque me alejo “de las tinieblas”; sino porque en mi diferencia muestro amor, AMOR DE DIOS.
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