¿Te has sentido que no perteneces a este planeta? ¿Ni a tu núcleo familiar?
Ahí es donde la inercia se rompe, después de ese límite autoimpuesto por nuestras creencias subconscientes está la libertad.
¿Estás dispuesto/a a romperla y vivir en tu ilimitada libertad?
Te invito a reflexionarlo.