Podemos decir algo que hace una décima de segundo no existía. Somos chusmas por naturaleza, tenemos que estar al tanto de todo. Nos gusta opinar sin saber, ser prejuiciosos, tejer teorías basadas sobre suposiciones e intuiciones. La oreja siempre está pendiente de alguna palabra que no debería haber sido dicha. La farándula se resume a eso.