Esta semana me reencontré con mi viaja amiga la selva, me adentré en sus sagradas intimidades y cayeron en mi alma los lamentos por su depredación. Un tocón restante de lo que fuera una imponente caoba, por lo que podía deducir de su sólida base, me pidió que no dejara su recuerdo en silencio, y por ella nace este relato.
Somos sordos a la vida, solo parecemos aceptarla, cuando compartimos una característica que se nos semeja, pero que es de esa base que nos brinda las condiciones para vivir, esos verdes prados que son siempre nobles, y nosotros atacamos sin parar.
Gracias querida caoba milenaria, gracias por tu noble entrega, que tu estirpe vivirá, cuando nosotros nos hallamos ido.
Alberto Oriza
Autor, Productor y Narrador:
Alberto Oriza
Música de Fondo, Cortesía de:
Efectos especiales:
