hoy platicaremos de lo riesgoso que es mirar el pasado en blanco y negro; imposible encontrar a los próceres de la patria, de cualquier patria, que no tuviesen un gesto de miedo, de mezquindad, de ira o de rencor. Igualmente, imposible encontrar a uno de los llamados “villanos” de la historia, exento de algún rasgo de humanidad. Ellos, los condenados por las narrativas broncíneas, lo culpables de grandes traiciones, o grandes persecuciones o grandes errores, también se dieron tiempo —a veces más, a veces menos— para el amor.