Juana Inés de Asbaje Ramírez creció en la segunda mitad del siglo XVII en la biblioteca de las haciendas de su abuelo. Entre los 8 y los 15 años, es enviada a la Ciudad de México para recibir la educación de las labores de una señorita. Se vincula con la corte virreinal y en 1668 inicia como novicia en el convento de San Jerónimo. Dedica su vida a las labores del convento, la escritura e incluso la administración del convento. Gracias a sus protectores y mecenas, goza de gran libertad para escribir obras poéticas, obras de teatro, comedias, obras sacramentales, documentos religiosos y villancicos, muchos de ellos por encargo. Dejó un legado muy importante para México que ha sido retomado desde ángulos académicos, activistas y políticos. Acompáñenos a descubrir el impacto que ha dejado en Las Tres Gracias.