El libro del Éxodo nos dice que todo el tabernáculo debía estar rodeado de cortinas de lino, y Apocalipsis nos indica que a la iglesia se le concedió vestirse de lino fino, y que este lino son las obras justas de los santos.
Las cortinas de lino del tabernáculo representan el testimonio cristiano. El testimonio no tiene que ver con aparentar bondad o espiritualidad, tampoco se basa en que estemos centrados en lo que otros piensan de nosotros, sino que tiene que ver con un regalo de gracia que Dios nos dio por medio de Cristo, su misma gloria.
Juan dice de Jesús "y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de Gracia y de Verdad". Cristo manifestaba la gloria de Dios al relacionarse con la humnidad, no necesitaba fingir nada, era su propia y bendita naturaleza. Jesús dijo que esta gloria que había recibido del Padre, nos la había dado a nosotros. Compartimos su gloria, hemo sido despojdos de nuestras vestiduras viles y no hemos vestido de la Justicia de Cristo. Asume tu identidad, vive como hijo Santo y Amado delante de Dios y forja una vida de testimonio.
Sirve a Dios por medio de tu testimonio de fe.
