Mientras más conoces a Dios, más te enamoras de Él. Mientras más conoces Dios, más te quieres parecer a Él. Mientras más tiempos pasas escuchando Su palabra, analizándola, estudiándola: más la deseas, ya que comprendes que, ciertamente, es alimento que da vida y vida en abundancia.
Mientras más buscas a Dios, te vas dando cuenta que tu esencia va cambiando. Por eso, hablemos sobre lo que nos pasa cuando vamos conociendo a Dios. ¡Sintoniza!