El requisito fundamental para agradar a Dios es obedecerlo. Pero, no obedecerlo por temor o por miedo, ni tampoco para obtener bendiciones a cambio, sino obedecerlo por Amor. Ese amor que nos hace confiar en Su voluntad sabiendo que Él cumple Sus promesas y da la victoria a todo aquel que sigue Su palabra.
En este episodio hablamos precisamente de la bendición por la obediencia, ¡sintoniza!