Sin dudas la oración de una madre no es ignorada por Dios, al igual que la oración de los niños. Si alguien está dispuesta a mover los cielos a favor de su descendencia es una mujer de Dios.
Por eso, nunca ignores el poder de tu oración y las consecuencias que desatas en el Reino de los Cielos al clamarle a Él. De igual modo, hazlo todo con Humildad.