Estos días asistimos a una serie de acontecimientos que están degradando nuestra sociedad al poner en tela de juicio un principio básico como es la separación de poderes. Las artimañas ventajistas del gobierno para garantizarse un Tribunal Constitucional favorable son vomitivas. Pero el manoseo de los políticos en el ámbito judicial no distingue siglas ni partidos, porque el partido popular también tiene mucha parte de responsabilidad de que, en el órgano de gobierno de los jueces, el Consejo General del Poder Judicial, los jueces no sean elegidos imparcialmente entre ellos mismos.
Cada día me da más asco la política y los políticos. No puedo permanecer ajeno porque nuestra vida se ve afectada por la puñetera política. Creo que la indignación social es importante pero también hay mucha gente, paniaguada, que vive muy cómoda con la situación actual y que prefiere, por egoísta comodidad, seguir como estamos. El descrédito de la clase política posiblemente esté en su máximo nivel