Salmo 14:1 Solo los necios dicen en su corazón:
Necio: (5039 Heb, nabal), necedad, insensatez; indecencia, estupidez, esta expresión tiene que ver con hacer caso omiso de la voluntad de Dios.
«No hay Dios».
Ellos son corruptos y sus acciones son malas;
¡no hay ni uno solo que haga lo bueno!
2 El Señor mira desde los cielos a toda la raza humana;
observa para ver si hay alguien realmente sabio, si alguien busca a Dios.
3 Pero no, todos se desviaron;
todos se corrompieron.
No hay ni uno que haga lo bueno,
¡ni uno solo!
Romanos 3:9 Ahora bien, ¿llegamos a la conclusión de que los judíos somos mejores que los demás? ¡Para nada! Tal como acabamos de demostrar, todos—sean judíos o gentiles—están bajo el poder del pecado. 10 Como dicen las Escrituras:
«No hay ni un solo justo, ni siquiera uno.
11 Nadie es realmente sabio, nadie busca a Dios.
12 Todos se desviaron, todos se volvieron inútiles.
No hay ni uno que haga lo bueno, ni uno solo».
13 «Lo que hablan es repugnante, como el mal olor de una tumba abierta.
Su lengua está llena de mentiras».
«Veneno de serpientes gotea de sus labios».
14 «Su boca está llena de maldición y amargura».
15 «Se apresuran a matar.
16 Siempre hay destrucción y sufrimiento en sus caminos.
17 No saben dónde encontrar paz».
18 «No tienen temor de Dios en absoluto».
La única esperanza de la humanidad, es que vuelva y busquen a Dios de todo su corazón para ser salvados.
Es ahí donde entra nuestra labor, de ir y llevar el mensaje de reconciliación de Dios para con los hombres, a presentar a Jesucristo, no para que arregle mi matrimonio, no para que me de un trabajo, o me bendiga en lo material, sino para que me salve del pecado, de la condenación eterna.
4 ¿Será posible que nunca aprendan los que hacen el mal?
Devoran a mi pueblo como si fuera pan y ni siquiera piensan en orar al Señor.
Isaías 64:7 Sin embargo, nadie invoca tu nombre ni te ruega misericordia.
Por eso tú te apartaste de nosotros y nos entregaste a nuestros pecados.