El Mapa: Consejos para el Matrimonio
La Biblia guarda silencio sobre el tema del abuso conyugal como una razón para el divorcio, aunque es obvio cómo espera Dios que sea un matrimonio y el abuso es contrario a todo lo que es piadoso.
2 Timoteo 3:16 Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, 17 a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.
Efesios 5:25 Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa, que no tuviese mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. 28 Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. 29 Porque nadie aborreció jamás a su propia carne, sino que la sustenta y la cuida, como también Cristo a la iglesia, 30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne. 32 Grande es este misterio; mas yo digo esto respecto de Cristo y de la iglesia. 33 Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido.
Nadie debería tener que vivir en un ambiente inseguro, si se trata de un miembro de la familia, amigo, empresario, cuidador o desconocido.
El abuso físico es contra la ley, y las autoridades deben ser las primeras en ser contactadas si esto ocurre.
Un cónyuge que esté siendo abusado debe buscar inmediatamente un lugar seguro.
En el caso de que haya niños involucrados, también deben ser protegidos y retirados de la situación. No hay nada antibíblico en separarse de un abusador; de hecho, es moralmente correcto el protegerse juntamente con los hijos.
Maridos, amad a vuestras mujeres: Las palabras de Pablo a los maridos Cristianos salvaguardan sus previas palabras a las esposas. Aunque se le pida a las casadas el someterse a sus maridos, esto no excusa a los maridos a actuar como tiranos sobre sus esposas.
Efesios 5:22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor;
1 Timoteo 1:7 Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
Dios nos ha dado el espíritu de poder – pero también el de amor. Poder, en su vida Cristiana, siempre debe de ejercitarse en amor.
No es solamente poder, no es el poder de un dictador o de un pequeño tirano, no es la idea de un hombre que se apropia de ciertos derechos, y pisa sobre los sentimientos de su esposa y muchas otras cosas; no se sienta en el hogar como un dictador…Ningún marido tiene el derecho de decir que él es la cabeza de la esposa a menos que ame a su esposa.
Efesios 5:23 porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador.
Así que el reino del esposo debe ser un reino y un gobierno de amor; es un liderazgo de amor.