El Mapa: Luz y Sal
Donde Jesús quiere que sus discípulos demuestren su discipulado.
Los seguidores de Jesús deben ser como la sal.
Mateo 5:13 Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
a. Vosotros sois la sal de la tierra: Los discípulos son como sal porque ellos son preciosos.
En los tiempos de Jesús, la sal era mercancía valiosa. Soldados romanos a veces eran pagados con sal, dando lugar a la frase “Vale su sal”, tenia tanto valor que un saco de sal era tan precioso como la vida de un hombre.
b. Vosotros sois la sal de la tierra: Los discípulos son como la sal porque tienen influencia que preserva. La sal era usada para preservar las carnes y retardar la decadencia.
Los cristianos deben de tener una influencia que preserva en su cultura
c. Vosotros sois la sal de la tierra: Los discípulos son como la sal porque añaden sabor.
Los cristianos deberían de ser personas con “sabor”.
i.“Discípulos, si son verdaderos a su llamado, hagan de la tierra un lugar más puro y sabroso.”
d. Si la sal se desvaneciere…no sirve más para nada:
La sal debe de mantener su “salinidad” para tener valor alguno.
Cuando no sirve como sal, es hollada por los hombres.
De la misma manera, demasiados cristianos pierden su “sabor” y convertirse en un bueno para nada.
i.“La mayor parte de la sal del mundo antiguo derivaba de marismas o algo similar, en vez de la evaporación de agua salada, y por lo tanto, contenía muchas impurezas. La sal, siendo más soluble que las impurezas, podía ser lixiviada, dejando un residuo tan diluido que era de poco valor.”
Como lo hicieron los discípulos de Jesús, necesitamos tener ese sabor activo para difundir el Evangelio para que podamos experimentar los sabores de la gracia y el amor de Dios. Los rastros minerales dan a la sal su sabor único. Como mencioné anteriormente, la sal se usa para mantener los alimentos frescos.
Tu presencia está diseñada para elevar, realzar, iluminar y alabar a Dios, no para destruir o dañar a otros. Nuestra esencia y deber es ser salado y ligero.