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Esclavos de Cristo

El verdadero servicio a Dios, lo que nos hace un siervo de Dios

Hoy en día no todos queremos servir al Señor Jesucristo y eso es muy malo. Sin embargo, ¿Cómo podemos servirle a alguien que no vemos? ¿Cómo ser un verdadero siervo de Dios?

Cuando el Señor Jesús estaba reunido con sus discípulos les habló cómo sería el juicio de las naciones y en dónde pondría al justo y al injusto, llamando justos a aquellos que le hayan servido e injustos a aquellos que no le hubiesen servido.

¿Qué es Servirle a Dios?, ser siervo de Dios

En primer lugar debemos entender que para poder servirle a Dios, lo hacemos a través de los demás.

Cuando de servirle a Dios se trata, debemos comprender que servirle a Dios es todo lo que hagamos por sus hijos.

Veamos entonces las características de un siervo de Dios; pero antes, definamos lo que es un siervo de Dios.

UN VERDADERO SIERVO DE DIOS

Un siervo de Dios es un hombre / mujer humilde, lleno del Espíritu Santo, que ha entendido que Dios tiene un propósito para su vida y que por lo tanto depende de Dios totalmente, trabaja en equipo, y está listo para ayudar a completar la visión de parte de Dios para la iglesia,  y en su corazón siempre reposa ese deseo de estar activo en la obra de Dios. Reconoce la autoridad de sus líderes y no atenta contra ellos.

Esto lo hace un verdadero siervo de Dios.

Un siervo de Dios tiene muchas actitudes, virtudes, características que nos indican o marcan un ejemplo o camino a seguir por su compromiso verdadero y fidelidad a Dios.

El siervo de Dios es aquel que está dispuesto que se haga la voluntad de Jesucristo en su vida y aceptar lo que esto significa, de tal forma que se pueda llegar a ser un verdadero siervo de Dios.

Esto nos hará entender que somos esclavos de Cristo.

Son muchas las veces en el nuevo testamento que se menciona la palabra “siervo” en diversos contextos, δοῦλος (doulos), pero la traducción correcta es “esclavo”:

CARACTERÍSTICAS DE UN SERVIDOR O SIERVO DE DIOS SEGÚN LA BIBLIA

Lucas 9:23 Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.24 Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, este la salvará

El siervo entiende que es un servidor de Dios a través de los demás. Dejar a un lado nuestro egocentrismo es uno de los primeros requisitos que Dios pide de nosotros.

Qué difícil es cancelar nuestros planes, deseos, apetitos, agendas por nuestro Dios; Pero eso es lo que realmente Dios quiere de nosotros.

Hay religiones que realizan cuarenta días de sacrificio, unos deciden no ver televisión durante cierto tiempo, otros no comen carne, una niña decide no usar su celular por cuarenta días. Y la pregunta hoy es ¿qué hemos sacrificado para el servicio de nuestro Dios? ¿Cuándo fue la última vez que realmente nos negamos un deleite por entregarlo en servicio a Dios? siempre hacemos lo contrario... Otro día oro o ayuno, hoy no puedo dar esta ofrenda, hoy no puedo ayudar, que hoy lo haga otra persona, pastor hoy no puedo hacerlo, ya no queremos sacrificar para Dios..."El que quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame".

Servirle a Dios es para el hoy, para ahora, mañana será demasiado tarde.