Ahora, es verdad que el creyente odia el pecado.
Es verdad que el creyente desea huir del pecado.
Es verdad que un creyente anhela ser liberado del pecado.
Todos nosotros, en un punto u otro en nuestras vidas, de una u otra manera, usando las mismas o diferentes palabras, hemos clamado “¡Oh miserable de mí!, ¿quién me liberará de este cuerpo de muerte?”
Todos hemos clamado contra nuestra propia condición miserable.
Todos hemos anhelado, en algún punto a lo largo del tiempo, ser liberados de la esclavitud al pecado.
Ahora, la pregunta que surge es que debido a que el pecado es lo peor de todos los males, sí, de hecho, el único mal y debido a que lo odiamos y deseamos ser liberados de él, ¿cómo podemos evitarlo?
¿Qué se requiere de nosotros si vamos a mantenernos alejados del pecado? Bueno, obviamente, es el esfuerzo más serio en nuestra vida, ¿no está de acuerdo con eso? Es el esfuerzo más demandante de la vida de todo cristiano, el evitar el pecar.
Ahora, para evitar el pecado, debemos tener tres perspectivas, en un sentido tenemos que vivir en tres tiempos: futuro, presente y pasado.
Algunos nos dirían que para evitar el pecado necesitamos tener una perspectiva futura. ¿Qué queremos decir con esto? Usted tiene que estar alerta, en guardia contra la tentación que todavía no ha llegado.
Pero también tiene que estar listo para no ser sorprendido.
Tiene que ver al futuro.
Tiene que hacer lo que los discípulos no hicieron y Jesús les dijo, ‘velad y orad para que no entréis en tentación’. Siempre tenemos que estar alertas.
Tenemos que ser cuidadosos, estar vigilantes, siempre viendo hacia adelante, esperando lo que pueda venir, caminando de manera discreta, caminando de manera sabia a la luz del peligro que yace por delante.
También tenemos que tener una perspectiva presente.
No sólo tenemos que estar mirando hacia delante esperando lo que pueda venir, sino que tenemos que estar viendo el tiempo presente, lo que nos rodea para que no seamos engañados de manera ingenua; y entremos en pecado.
Pablo nos recuerda en:
Romanos 12:9 El amor sea sin fingimiento. Aborreced lo malo, seguid lo bueno.
Eso es tiempo presente, cuando usted vea algo es malo, ódielo.
Cuando usted vea algo que es bueno, aférrese aello.
Romanos 12:21 No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
Pablo dijo en
Romanos 13:14 sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.
Entonces, de manera constante debemos estar viendo hacia el futuro, esperando lo que pueda venir en términos de pecado.
También tenemos que estar evaluando el presente para que podamos evitar el pecado.
Santiago 4:17 Así que, el que sabe hacer lo bueno, y no lo hace, le es pecado.
Pero también existe la necesidad de ver al pasado.
Una de las mejores facultades para enfrentar el mal de todos los males, de hecho el único mal, es una buena memoria.
Una buena memoria. Y esto es realmente lo que Pedro está diciendo aquí.
Él nos está llamando a recordar algunas cosas que nos van a capacitar a evitar el pecado.
1Pedro 4:2 Para que ya el tiempo que le queda en carne, viva, no a las concupiscencias de los hombres, sino a la voluntad de Dios.
Debemos vivir el resto de nuestras vidas evitando el pecado y viviendo la voluntad de Dios.
Ahora, para hacer eso, sí, debemos ver hacia adelante y esperar de manera vigilante lo que pueda venir.
Y sí, debemos evaluarnos en términos del tiempo presente; pero el punto primordial de Pedro es que debemos mirar hacia atrás, debemos tener una buena memoria.