La tercera manera de imitar a Dios es andar sabiamente.
Esta sección comienza con una exhortación muy importante para ti y para mi.
Efesios 5:15 Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios,
La idea central es “andar cuidadosamente con exactitud y precisión”.
Lo contrario sería “andar descuidadamente, conducirse por la vida sin guía o la precaución necesaria”.
Así que no podemos andar la vida cristiana dejando puertas abiertas o cabos sueltos, sino que debemos tomar las decisiones adecuadas para conseguir el propósito de “seguir la voluntad de Dios”.