En la misa de hoy escuchamos el pasaje de la anunciación, el momento en el que el arcángel Gabriel es enviado a María para anunciarle que será Madre de Dios.
¿Qué podemos reflexionar en este día? El Papa Francisco en muchas ocasiones nos ha hablado de que el Dios cristiano es el “Dios de las sorpresas”.
· “Dios, dice el Papa, entra a la historia y lo hace con su estilo original: una sorpresa. El Dios de las sorpresas nos sorprende una vez más”.
Estamos delante del momento decisivo de la historia, el más revolucionario. El momento que cambiaría la historia de la humanidad. El momento por el que hoy nosotros estamos aquí.
¿Qué podemos aprender nosotros de María? No tuvo miedo a la sorpresa de Dios. Supo confiar, supo lanzarse a esa aventura que Dios le invitaba a vivir, supo abandonarse en la Providencia.
Nosotros a veces queremos tener todo controlado. Incluso pretendemos inconscientemente tener controlado a Dios y así solo lo encerramos y no lo dejamos hacer milagros en nuestra vida.
Ser cristiano es estar dispuestos a recibir las sorpresas de Dios, es confiar en sus invitaciones, aunque nos invite a planes que sobrepasan nuestro entendimiento.