Celebramos en este 25 de marzo la Solemnidad de la Anunciación. Dios entra en la historia y lo hace con su estilo original: la sorpresa. El Dios de las sorpresas nos sorprende siempre. Dios desciende, Dios entra en la historia y lo hace con su estilo original: una sorpresa.
Dios elige un poblado perdido de la periferia del Imperio Romano. No en Roma, que era la capital del Imperio, no en una gran ciudad, sino en una periferia casi invisible, con mala fama. Asimismo, elige a un mujer sencilla, sin grandes éxitos, riquezas o fama, demostrándonos que a Él le gusta elegir la humildad, la sencillez, las periferias...
También a nosotros muchas veces Dios nos sorprende. ¿Cómo respondemos? ¿Con el "sí" de María o nos dejamos llevar por el miedo y la inseguridad?