Una vez le grité al Papa Francisco: “¡Rezamos por ti!”
Y él, con una sonrisa pícara, me respondió: “¿A favor o en contra?”
Esa frase me quedó grabada… y hoy, más que nunca, cobra sentido.
En este episodio quiero hablar de la importancia de rezar con el corazón abierto por el próximo Papa. No desde nuestros gustos o ideologías, sino desde la fe. Porque no somos nosotros los que elegimos… es el Espíritu Santo.
Y si es así, entonces también somos nosotros los que estamos llamados a amar, acoger y confiar.