Reflexión sobre la liturgia dominical - Domingo 02 de mayo de 2021 (V Domingo de Pascua) La santidad se parece mucho a la escultura. Leonardo Da Vinci definió la escultura como “el arte de quitar”. Si otras artes como la música, la pintura o la arquitectura consisten en poner algo (nota tras nota, color en el lienzo, piedra sobre piedra), la escultura consiste en quitar: quitar los pedazos de mármol que están de más para que surja la figura que se tiene en la mente. Dios es el gran artista y al contemplar el bloque de nuestra alma es capaz ya de ver la figura que puede salir. Y como buen escultor, él toma el cincel y nos va dando algunos golpecitos, no porque esté enojado con nosotros, sino porque quiere sacar una bella figura de nosotros, la de un santo.