Una de las más bellas experiencias que uno puede hacer en Roma es subir a la cúpula de San Pedro y desde ahí contemplar la Ciudad Eterna. Destaca la vista de la columnata de la plaza San Pedro. Fue y es la columna más extraordinaria jamás construida. Su forma tiene un significado simbólico. Bernini dibujó y adaptó la basílica de San Pedro como una figura humana: la cúpula representaba la cabeza y la plaza eran los brazos abiertos para acoger en sí a todos los peregrinos y a la humanidad que viaja a Roma. Nosotros como católicos bautizados y como Iglesia estamos llamados a tener un corazón abierto que acoja a todos, que sea compasivo y misericordioso como el de Jesús.