Este texto fue escrito el pasado 8 de Marzo, día de la mujer.
Como lo explico un poco más adelante, y con el perdón de lo que significa este día para algunas personas, sobre todo por su carga histórica que representa un hito en la lucha por la igualdad de derechos para nosotras…; soy de las mujeres que sostienen que la llamada “lucha” es cosa de todos los días.
Por favor, vos, que crees fervientemente en el 8 de marzo, no pienses que le resto importancia. Solo espero que entiendas que el feminismo lo vivo de la siguiente manera:
Felíz día para vos.
Para mí.
Para todas las mujeres que como vos y yo, ponemos nuestro granito de arena.
Y no es solo por el ruido que hacemos en ESTE DÍA.
Sino por todos los días,
del resto del año.
Y si, yo digo digo FELIZ día porque no podemos vivir en la amargura de lo que no tenemos.
Reconozcamos lo que hemos podido conquistar, y continuemos por el mismo camino.
Por todas las reuniones de trabajo en las que la única mujer, eras vos.
Porque te ganaste tu lugar en la mesa.
Y no porque te lo regalaron,
no por la cuota de género,
sino porque te lo ganaste.
Por vos, que dejás las cosas claras y ponés límites,
cuando al resto de nosotras todavía nos cuesta.
(Gracias.)
Porque jugás limpio, porque hacés las cosas bien.
Porque no acortás camino, y porque a pesar de la brecha laboral, trabajás todos los días como si no existiera.
Y lo dejás todo en la cancha.
En tu cancha, cualquiera que sea: el liceo, el trabajo, la facultad o tu equipo de fútbol.
Incluso, porque salís de pollerita, de short o de top.
O porque salís de polera y pantalón.
Y estás increíble de cualquiera de las dos maneras. Y no necesitás que nadie te lo diga.
Porque entendiste que te arreglás o te desarreglás por vos y por nadie más.
Porque no necesitás que nadie te diga linda. Simplemente lo sos.
Porque entendiste que tenemos que ser mucho más que solamente “lindas”:
Tenemos que ser todo lo que queramos ser:
Artista. Ingeniera. Presidenta. CEO. Modelo. Arquitecta.
Pero sobre todo: sigamos siendo históricas.