I. BERNABÉ (HIJO DE CONSOLACIÓN)
Cristiano, judío, procedente de Chipre, extranjero, de procedencia griega y por el otro lado tienes a Ananías y Safira, cristianos y judíos de la capital. Manabas de Cepa, sangre pura. Entonces, había un asunto interno en la iglesia y leemos: José, un levita natural de Chipre, a quien los apóstoles llamaban Bernabé (que significa: Consolador), vendió un terreno que poseía, llevó el dinero y lo puso a disposición de los apóstoles. Hechos 4:36, 37
¿Quién era Bernabé?
• Fue un dador generoso, e ilustraba exactamente lo que el Lucas estaba describiendo.
• Bernabé tendría un ministerio importante en la iglesia y es por eso por lo que está mencionado por lo menos veinticuatro veces en el libro de Hechos y otras cinco veces en las Epístolas. Es más, fue Bernabé quien animó a Pablo en su servicio inicial por el Señor, y el que dio a su primo Juan Marcos el estímulo que necesitaba después de su fracaso
• Fue un hombre lleno del Espíritu que estimuló a la iglesia al dar todo al Señor.
Este hombre vende un terreno, es posible que haya sido una propiedad que tenía en Chipre, y entrega el dinero a los apóstoles, para poder suplir las necesidades de la comunidad. Este hombre representa a los creyentes que sin importarle nada, transformado por Jesús, no solo pensando es sus propias necesidades, sino el bienestar de los demás.
¿Sabes por qué? Porque creer en Jesús de manera real siempre creará compasión por la gente y cortará la avaricia de nuestros corazones.
II. LA HIPOCRESÍA DE ANANÍAS Y SAFIRA
El siguiente capítulo, hechos 5:1, 2, es una historia muy similar, pero a la vez muy diferente. Había cierto hombre llamado Ananías quien, junto con su esposa, Safira, vendió una propiedad; 2 y llevó solo una parte del dinero a los apóstoles pero afirmó que era la suma total de la venta. Con el consentimiento de su esposa, se quedó con el resto.
Sin duda, nos podemos escandalizar cuando leemos que Dios mató a dos personas simplemente porque mintieron en cuanto a una transacción de negocios y de su ofrenda a la iglesia. Pero cuando se considera los aspectos relacionados con su pecado, hay que convenir que Dios hizo lo debido al castigarlos.
1. El pecado de Ananías y Safira fue motivado por Satanás (Hechos 5:3); El enemigo sabe sembrar mentiras en las mentes y los corazones de los miembros de la iglesia, incluso creyentes genuinos, y lograr que sigan sus órdenes. Por eso usted y yo debemos vestirnos de la armadura de Dios, porque somos los creyentes los que estamos en peligro de dejarnos usar por Satanás para lograr sus perversos propósitos.
2. Satanás es mentiroso y homicida (Juan 8:44). Su pecado fue motivado por el orgullo, y el orgullo es un pecado que Dios especialmente detesta y castiga (Proverbios 8:13). Yo me imagino el cuadro, La iglesia estaba felicitando a Bernabé por su ofrenda, cuando Satanás susurró a la pareja: “¡Ustedes también pueden disfrutar de este tipo de gloria! ¡Pueden hacer que otros piensen que son tan espirituales como Bernabé!” Ellos no resistieron a Satanás, ellos se sometieron a él y planearon su estrategia.
Esto es similar, cuando Jesús los reprendió a los fariseos porque les encantaba llamar la atención de sus ofrendas, y recibir alabanza de los hombres; ¡pero eso es todo lo que recibían! Todo lo que poseemos Dios nos lo ha dado; nosotros somos mayordomos, no dueños. Debemos usar lo que él nos da sólo para la gloria de él (ver Juan 5:44).
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