PRINCIPIO 1: LO MATERIAL NO DEBE SER UN FIN EN NUESTRA VIDA
· Leer Lucas 12: 13, 14. Según el texto ¿Qué le está pidiendo este hombre al Señor? Vs 13 ¿Cómo le responde el Señor a este hombre? Vs. 14
En otras palabras Jesús les dijo: «Yo no tengo que ver con este problema». Responde así porque Él no era ninguna autoridad legal para esa familia. Es muy probable que el hermano que estaba tomando la herencia para sí no reconocería ninguna autoridad en Jesús como para obedecerle.
Inmediatamente después, Jesús compartió una lección espiritual: Leer Lucas 12:15. ¿Qué detectó Jesús en este hombre? “Tienes un problema de avaricia”.
El problema con la avaricia es que desvía nuestra mirada de las cosas importantes y nos hace enfocarnos en lo material, El «combustible» para la avaricia en nosotros es la idea de que tener más me da plenitud.
¿Qué significa esta advertencia de Jesús «Estén atentos y cuídense»? Lucas 12:15 Se implica que la avaricia tiene un aspecto sutil. Si no nos cuidamos, ella puede entrar al corazón casi sin que nos percatemos.
¿Por qué Jesús nos da esta advertencia? «porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes».
· También vemos la parábola del sembrador
Que esparció una semilla que cayó en diferentes tipos de terreno. La semilla representa la Palabra de Dios. Cuando fue esparcida, una parte cayó en un camino, otra cayó entre espinos, otra cayó entre piedras y otra en buena tierra. Según Jesús, la semilla, que representa la Palabra de Dios, que cayó entre espinos no dio fruto alguno porque fue ahogada por los espinos. En su explicación, Jesús dice que esos espinos representan «las preocupaciones de este mundo y el engaño de las riquezas» (Mateo 13:22). Eso fue lo que no permitió que la Palabra de Dios penetrara el corazón.
¿A qué se refiere Jesús cuando habla del «engaño de las riquezas? Lucas 12:15: Eclesiastes 5:10.
PRINCIPIO 2: SOMOS MAYORDOMOS, NO DUEÑOS
· Según la Biblia, ¿Quién es el verdadero dueño de todo lo que tienes?
Ø Salmos 24:1.
Ø Hageo 2:8.
Ø Deuteronomio 10:14.
Ø Job 41:11.
Ø Salmos 50:12.
Estos textos enseñan que Dios es el dueño de todo, incluso de nosotros.
· Leamos lo que escribió Pablo: 1 Corintios 6:20.
Le pertenecemos a Dios, primero por creación y luego por redención. Dios nos creó y, por tanto, Él es nuestro dueño; Dios nos redimió y nos compró por sangre y somos suyos.
· Leamos 1 Samuel 2:7 ¿De quién procede la capacidad de hacer riquezas?
Si esto es cierto, ¿qué tenemos en realidad? Nada. Lea Eclesiastés 5:15.
Somos mayordomos. Un mayordomo es alguien que, por delegación de alguien superior, administra o supervisa propiedades, dinero, u otra cosa de valor que pueden incluso ser los hijos. Es quien opera bajo responsabilidad delegada.
· Un ejemplo de mayordomía es José, el hijo de Jacob que fue llevado a Egipto, estaba sometido como esclavo a un amo. Leer Génesis 39:3-4, 6.
José tenía la responsabilidad de administrar la casa y las posesiones de su amo, y controlaba los empleados que trabajaban allí. Todo estaba en manos de José y su amo no se preocupaba de nada. José era un buen mayordomo porque se encargaba correctamente de los asuntos de su amo. En nuestro caso, debemos vivir apuntando a eso. Somos mayordomos de Dios en este mundo.