Sin duda alguna has escuchado acerca de la vida de Esdras, llamado por muchos como un reformador del Antiguo Testamento. La historia de Esdras está marcada por su devoción al Dios de Israel y el deseo ferviente de que su pueblo se torne en adoración al Dios de sus padres. El libro que lleva por título su nombre, contiene muchos aspectos interesantes de la historia de Israel, desde el decreto del rey Ciro, el retorno de los judíos a Jerusalén y el accionar de hombres como Zorobabel y el mismo Esdras, quien junto con el pueblo de Israel tenían una misión y era que después de tanto tiempo de cautiverio tenían que reedificar el templo que representaba la presencia y la casa de Dios.
¿Quiere edificar para Dios?
1. Edifique primero el altar.
2. Soportemos las dificultades.
3. Confiemos en la presencia de Dios.
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