Te espero con tu aire tibio.
Camino sobre el mar del tiempo,
Me paseo sobre el mar de la espera.
Quiero escuchar el batir de tus alas de angel, a tu llegada a las tres de la tarde.
Porque la espera duele, sofoca,
Y mi único remedio para esta herida que supura, que decanta soledad,
Somos tú y yo;
Mariposas amarillas que vuelan para encontrarse.
Te espero con tu aire tibio.
Te espero con mis labios supervivientes, configurados a tu forma, tenaces y sedientos de ti.
Te espero en la nada más absoluta de esta ausencia...
Vamos a besarnos y volemos a un "tú y yo" y que la ausencia nunca más empañe los cielos...
Ven.
César Alexander.