Cuando cambiamos la forma en la que leemos lo que sucede a nuestro alrededor, nuestra mente empieza a reaccionar y a accionar de una manera diferente.
No es lo mismo reaccionar a una cara larga, que a una sonrisa y como el cambio diario es inevitable, está en tus manos el decidir cómo quieres que tú cerebro empiece a leer todos los retos que se te van presentando, día a día.