Alrededor de la medianoche, Booz se despertó de pronto y se dio vuelta. Entonces se sorprendió, ¡al encontrar a una mujer acostada a sus pies!
—¿Quién eres?—preguntó.
—Soy Rut, su sierva—contestó ella—. Extienda sobre mí el borde de su manto ya que usted es el redentor de mi familia.