Hace pocos días conmemoramos el Día Internacional contra la Corrupción, que por su carácter transnacional no es ajeno nuestro país, y ha ocasionado una larga historia de efectos nocivos que han afectado a numerosas generaciones.
La corrupción es un fenómeno nocivo que evoluciona significativamente no solo porque coexistimos en una sociedad en donde hay leyes vigentes pero que no funcionan como corresponde, y más bien le siguen dando acceso “exclusivo” a este fenómeno que cada día debilita y empobrece al país. Coexistir en ese círculo no es nuestra opción , y por eso creemos que impulsar el trabajo coordinado y cohesionado del Ecosistema de Control, en donde el Estado, los políticos, los ciudadanos, los medios de comunicación y la sociedad civil trabajen de manera organizada, es un paso sustancial.
Existen otras políticas y mecanismos vigentes que sirven para responder de manera integral al problema de la corrupción: la integridad y transparencia, como medidas de prevención y disuasivas que contribuyen con efectividad a fortalecer los controles y la vigilancia pública y ciudadana.
En la Contraloría General hemos asumido el firme compromiso de impulsar políticas de Gestión Antisoborno y de Integridad y Etica Pública con carácter institucional para fortalecer el control interno, así como vigilar y garantizar el comportamiento ético de todos quienes conformamos el Sistema Nacional de Control.
Estas políticas que comprometen a algunas entidades públicas también deben ser la prioridad de todo el aparato estatal en su conjunto y no solo comprometer a autoridades, sino también a funcionarios y servidores en todo nivel de decisión e intervención. Otro aspecto medular para enfrentar la corrupción es la transparencia y acceso a la información en el Estado, como mecanismo estratégico de buen gobierno al alcance de la población para la fortalecer su información, la formación de opinión y la vigilancia ciudadana.
Buenas prácticas que se suman a develar y fortalecer el control público y social, que desde la Contraloría impulsamos y seguiremos ampliando y perfeccionando son: las plataformas de información disponibles los 365 días del año que trasnparentan el 100% de los resultados del control; las Declaraciones Juradas de Ingresos, Bienes y Rentas; y a partir de este año las Declaraciones de Conflictos de Intereses que involucran a funcionarios y servidores públicos, que hoy sirven de fuente de consulta e investigación tanto para actores públicos y privados para así responder de manera integral al problema de la corrupción.
La integridad y la transparencia en la gestión pública también son herramientas fundamentales para enfrentar, de manera integral, el problema de la corrupción; ello en tanto valoremos la importancia de la confianza y la credibilidad en las instituciones, así como del conocimiento y la información para impulsar el buen gobierno y responder de manera integral a esta problemática. La lucha contra la corrupción continua en nuestro país, y debemos seguir firmes en asumir esta labor con integridad y transparencia si queremos evitar que los peruanos del futuro vean frustradas sus aspiraciones de tener un país desarrollado, que garantice una mejor calidad de vida. No bajemos la guardia.