Dios mío, ¡tu amor es incomparable! Bajo tu sombra protectora todos hallamos refugio. Con la abundancia de tu casa nos dejas satisfechos; en tu río de bendiciones apagas nuestra sed. Sólo en ti se encuentra la fuente de la vida, y sólo en tu presencia podemos ver la luz.. Salmos 36:7,9 TLA.